Ábrete camino y lucha a través de innumerables hordas de enemigos en transformación en este cruce más brillante entre Dynasty Warriors y Legend of Zelda.

Lo que trae de nuevo Hyrule Warrior de Nintendo

El navío insignia de dos mil veinte de Nintendo es Hyrule Warriors: La era del Cataclismo, un cruce entre Dynasty Warriors y Legend of Zelda, que es una suerte de precuela del sensacional Breath of the Wild dos mil dieciséis, pese a un estilo de juego radicalmente diferente. No hay escalada ni investigación, no hay comunicación con la magia y la naturaleza. En cambio, se trata de acción, puesto que Enlace y sus compatriotas matan a miles y miles de villanos con espadas, magia, arcos, martillos y, en ocasiones, cucharadas de sopa.

Al paso que los Hyrule Warriors originales eran más una carta de amor a Zelda generalmente, Age of Calamity eleva su fluida y muy elegante dirección de arte y su lenguaje visual de forma directa de Breath of the Wild. Los menús, los efectos de sonido, los patrones de juego y la apariencia general son imitaciones aduladoras que asimismo son atractivas por derecho propio. Quienes retornen a este Hyrule particularmente van a estar encantados de ver lugares familiares, personajes, objetos y motivos musicales transportados a este nuevo contexto activo.

Que encontraras en Hyrule Warriors La era del Cataclismo

Este juego trata sobre la guerra que llevó a la caída de Hyrule cien años ya antes del inicio de Breath of the Wild, y el juego de hack and slash de Dynasty Warriors encaja con perfección. Vas a golpear a cientos y cientos de poco afortunados secuaces mientras que corres por el mapa tratando de derruir contrincantes o bien apresar puestos de avanzada. Los oponentes de nivel superior presentan más retos conforme destrozas sus barras de salud, con la meta de romper sus defensas en instantes frágiles o bien contraatacar con virguerías mágicas.

Suena (y es) simplista, mas es impresionantemente entretenido cargar en batallas a gran escala contigo y tus aliados ocasionando estragos, oponentes volando por el aire mientras que te encaras a las largas riñas del juego. Una lista sorprendentemente grande de personajes jugables está aguardando ser desbloqueada, cada uno de ellos con gran variedad y pluralidad de combate y estilo visual para reducir la reiteración entre las inacabables hordas.

Aunque brotan preocupaciones tácticas menores en la batalla (puedes ordenar a los personajes aliados a múltiples puntos en el campo de batalla y tomar el control de ellos conforme sea preciso), la estrategia pasa a un segundo plano. Desde el conocido mapa del planeta de Breath of the Wild, te despliegas en una de las batallas completas que edifican la historia o bien en una misión más pequeña que te va a dar el botín que precisas para impulsar los arsenales y habilidades de los personajes. Es un bucle simple mas efectivo que me sostuvo jugando mucho una vez que salieron los créditos, o bien por lo menos hasta el momento en que mi pulgar empezó a doler por presionar los botones.

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Del mismo modo agradable es la historia de conjunto al estilo de los Vengadores del juego, una historia independiente que se expande en los instantes de los personajes que sencillamente se insinúan en Breath of the Wild: los académicos de Reddit van a tener un día de campo examinando cada dimensión sutil de las escenas de corte del juego y discutiendo sobre lo preceptivo que es todo . Menos entretenidos son los segmentos de disparos de torres donde controlas las gigantes (y lentas) Bestias Divinas. Si bien son buenos para un tanto de pluralidad, son parcialmente simples y tampoco se ven en especial bien: en ocasiones es bastante difícil ver a qué disparas.

Hyrule Warriors La era del Cataclismo flaquea un poco gráficamente: el paisaje aparece de repente a la vista y hay texturas notablemente de baja calidad en todas partes, aunque esto se ve mitigado por el estilo artístico impresionista. En cuanto al rendimiento, es admirable teniendo en cuenta la gran cantidad de cosas en la pantalla, pero puede distraerse cuando comienza a lanzar efectos especiales visuales en la mezcla, especialmente en el modo funcional pero chirriante de dos jugadores. Más molesta es la tendencia de la cámara a atascarse contra las paredes y otros objetos en entornos más pequeños, lo que puede ser desastroso cuando luchas contra enemigos enormes, y los tiempos de carga que inducen la repetición.

Pero Age of Calamity o en español La era del Cataclismo es una bestia extraña y divertida que rinde homenaje a un juego increíble, mientras que alegremente hace lo suyo. Es posible que atravesar miles de enemigos idénticos no sea la fantasía de poder más sofisticada, pero el ritmo irresistible de las batallas intensas y los microobjetivos constantemente alcanzables aseguran que sea ciertamente divertido, hasta el punto en que solo el dolor en el pulgar me impedía jugar aún más.

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